Molise no existe. Es lo que comúnmente se escucha acerca de la segunda región más pequeña de Italia y una de las menos pobladas. La región que pocos tienen el privilegio de conocer, que muchos italianos ni siquiera ubican exactamente y nunca pensarían en visitar.
A pesar de los esfuerzos de la Región para impulsar el turismo en Molise, los datos más recientes dados a conocer por el Instituto italiano de Estadística (ISTAT) muestran que entre 2012 y 2022 el turismo en Molise ha bajado un 23,1%. Muy diferente es el resultado a nivel nacional, que indica un incremento del 8,2% en el territorio italiano. La falta de infraestructura y el transporte público limitado son entre los factores que podrían estar frenando el crecimiento esperado, posiblemente también haya que invertir más en la parte de promoción turística.
Puede que Molise sea una región poco conocida y visitada, sin embargo, entre sus paisajes montañosos y rocosos se esconden muchos tesoros que sorprenden a sus atrevidos visitantes. Te voy a dar por lo menos dos muy buenas razones para programar tu viaje ya y empezar a descubrir las joyas de ese territorio que no te esperas.
La incredulidad y el asombro son difíciles de ocultar cuando se llega a Civita campomarano. Ahí aprenderás que “Molise no existe, resiste”, como muestra el bello mural ubicado en ese encantador pueblo de aproximadamente 400 habitantes. Alrededor de 70 murales llenan de color y vida las calles estrechas y empedradas del pueblo. Desde 2016 cada año Civita campomarano es el protagonista de un festival de arte callejero, mejor conocido como Cvtà Street Fest. Cada año llegan artistas nacionales e internacionales quienes siguen pintando las paredes de las casas locales. La organizadora del festival es Alice Pasquini, artista y embajadora del arte urbano italiano en el mundo.
El Cvtà Street Fest también se convierte en la ocasión perfecta para descubrir las delicias gastronómicas de Molise. Y la gastronomía local es una excelente razón por la que merece la pena darte una vuelta por ahí. Se podrían escribir libros enteros sobre las maravillas culinarias de Molise, hablando de sus platos de pastas, carnes, pescados, sopas, y postres. Una de las mejores formas de degustar esas delicias es comiendo unas tapas después de caminar en las montañas. ¿Qué no puede faltar en tu mochila de viajero hambriento? Definitivamente quesos como la mozzarella del pueblo de Bojano o un caciocavallo de Agnone, embutidos como “soppressata” y “ventricina” (algo picante) y mucho vino local.
Sí, vino, porque si bien Italia es muy famosa por los vinos, pocos entendedores saben que Molise tiene una variedad de vino local, el Tintilia, que puede ser tinto o rosado. Apenas en junio de 2011 el “Tintilia del Molise” ha recibido la Denominación de Origen Calificada (D.O.C.), confirmando la excelente calidad de este vino.
No es ningún secreto que Italia es un país increíble, diverso, espectacular. Con tanta belleza a disposición, ¿por qué visitar Molise entonces? Razones hay de sobra, pero el día que te animes a ir lo entenderás todo. La calidez y amabilidad de sus habitantes, con ese don de hacerte sentir en casa con tan solo una sonrisa y su generosidad, es lo que hace esta región tan única. Esa región que sí existe, pero sobre todo resiste, a pesar de todos los obstáculos, las dificultades y las bromas.