Por Ana Oubiña
Moverse en tren por Japón puede parecer un desafío para quien visita el país por primera vez. La cantidad de líneas, trenes y horarios resulta abrumadora, pero poco a poco, con atención y algo de práctica, el sistema se revela como uno de los más eficientes y organizados del mundo. Entender los diferentes tipos de tren y cómo saber cuál tomar es clave para moverse con confianza, y disfrutar la experiencia sin estrés.
En Japón, no todos los trenes son iguales. El tren bala, o Shinkansen, es el rey en cuanto a velocidad y comodidad. Con sus viajes a más de 300 kilómetros por hora, conecta grandes ciudades como Tokio, Kioto u Osaka en un abrir y cerrar de ojos. Pero no para en todas partes, solo en estaciones principales, así que es perfecto para trayectos largos y directos. Dentro del Shinkansen existen variantes: el Nozomi es el más rápido, seguido por el Hikari y el Kodama, que hacen más paradas pero mantienen una gran rapidez y frecuencia.
Por debajo del tren bala, hay trenes exprés que cubren distancias medias. Estos trenes paran en menos estaciones que los locales y pueden requerir un suplemento o reserva, pero permiten viajar rápido y cómodo por regiones o ciudades cercanas. Luego están los trenes locales, la opción que usan a diario miles de japoneses para ir al trabajo, a la escuela o hacer sus compras. Estos trenes se detienen en todas las estaciones, y aunque van más despacio, su frecuencia es alta y se adaptan a trayectos urbanos o suburbanos.

Para un visitante, la clave está en leer bien la información en las estaciones. Las grandes estaciones cuentan con paneles electrónicos que indican en tiempo real qué trenes salen, a qué andén y a qué hora. Estos paneles suelen tener información en japonés y en inglés, lo que facilita mucho la comprensión. Además, las líneas están codificadas por colores y letras, de modo que es posible identificar rápidamente la ruta que debe tomarse. En Tokio, por ejemplo, la línea Yamanote, que es un circuito que conecta varios barrios emblemáticos, se representa con un color verde y las siglas “JY”. Aprender estos códigos es un atajo para no perderse.
Los mapas en las estaciones también ayudan a tener una visión clara del recorrido y las estaciones. Aunque al principio resulten abrumadores, con un poco de paciencia se aprende a distinguir cuál línea conecta mejor con el destino elegido. Además, las aplicaciones móviles son un aliado imprescindible para planificar cada trayecto. Herramientas como Google Maps o Hyperdia permiten ingresar el punto de partida y el destino, mostrando las opciones de tren, duración, cambios de línea y hasta los andenes correspondientes.
El día a día en una estación japonesa está lleno de anuncios por altavoces en varios idiomas que recuerdan a los pasajeros cuál es el próximo tren y a qué andén deben dirigirse. Aunque a veces suene rápido o repetitivo, es una señal más que asegura que nadie se confunda. En caso de duda, el personal suele estar dispuesto a ayudar, incluso si no dominan el inglés.
Moverse con una tarjeta recargable tipo Suica o Pasmo facilita el acceso a trenes y metros sin tener que comprar billete cada vez, evitando esperas y filas. Estas tarjetas permiten pasar por los tornos de entrada y salida con un simple toque, y se recargan en máquinas automáticas o tiendas cercanas.
Entender el sistema de trenes de Japón es también adentrarse en una cultura que valora la puntualidad, la limpieza y el respeto por los demás. Los trenes llegan y salen siempre a la hora exacta, sin retrasos. Los pasajeros mantienen el orden, hablan en voz baja y ceden el asiento a quienes más lo necesitan. Viajar así se convierte en una experiencia placentera y casi perfecta.
Conocer bien los tipos de tren, sus rutas y horarios no solo ahorra tiempo y estrés, sino que abre la puerta para descubrir más allá de las grandes ciudades. Pequeños pueblos y rincones poco turísticos están al alcance gracias a las múltiples conexiones ferroviarias que surcan todo el país.
Así, la próxima vez que te enfrentes a una estación llena de líneas y trenes en Japón, recuerda que con un poco de atención, paciencia y las herramientas adecuadas, ese sistema que parece complejo se transforma en tu mejor aliado para explorar y vivir Japón al máximo.
Este artículo forma parte de las prácticas realizadas por los alumnos del Máster en Periodismo de Viajes de la School of Travel Journalism.