Por Raquel Alcalde Chamorro.
Más allá de las famosas calles romanas, donde las ruinas reclaman protagonismo, existe otra Roma: una que nadie mira, donde no se ven panteones, fuentes ni edificios colosales. Una ciudad que habita en los silencios y en las vias mas desconocidas.

No busca monumentos ni postales, busca presencia. La textura de una pared descascarada, la curva imperfecta de un capitel olvidado. No hay símbolos evidentes, porque esta Roma no grita, sobrevive.


Aún existen lugares en una de las ciudades más visitadas del mundo que resisten al exceso.
En un tiempo en el que todo se muestra, en este pequeño fotoreportaje se sugiere. Letreros de calles que no figuran en los itinerarios, fragmentos arquitectónicos, contraluces que velan más de lo que revelan.
A veces, para encontrar la esencia de un lugar, hay que dejar de mirar lo obvio y empezar a ver lo invisible.

Este artículo forma parte de las prácticas realizadas por los alumnos del Máster en Periodismo de Viajes y Máster en Periodismo Gastronómico de la School of Travel Journalism.