Nantes: La ciudad creativa

CARINA SÁNCHEZ

Googleo “Escapada de 3 días en junio, un destino desconocido pero cercano, no masificado”
Resultado de mi búsqueda: ¡Nantes! Como no tenía ninguna referencia de esta ciudad, empecé a investigar; 3 datos básicos:

· Ciudad francesa de unos 300.000 habitantes situada en la región del Loira.

·Antigua capital de la Bretaña (enseguida me vinieron a la mente los crêpes, un tópico sí, pero me pierden).

·Ciudad natal de Jules Verne (¿a quién no le hicieron volar la imaginación sus libros?: “La vuelta al mundo en 80 días”, “20.000 leguas de viaje submarino”, “Viaje al centro de la tierra”….).

Este último dato fue el que me impulsó a compra el billete de avión y preparar la maleta. Nantes me descubrió una ciudad tranquila para disfrutar sin prisas, que hay que recorrer a pie porque en cada rincón te depara una sorpresa. Una ciudad dinámica donde convergen arte, naturaleza e historia.

Arte

Nantes es un museo al aire libre. Antes de empezar tu recorrido a pie por la ciudad, alternando con la red de tranvías eléctricos si fuera necesario, te recomiendo acercarte a la oficina de turismo y coger el mapa oficial de la ciudad. En éste hay marcada una línea verde, la misma que verás en el suelo de las calles de Nantes, el recorrido “Voyage à Nantes”.

Tal y como Dorothy seguía el camino de baldosas amarillas en el Mago de Oz, tú tendrás que seguir esta línea verde para descubrir más de 100 obras de arte contemporáneo en lugares públicos de la ciudad. Algunas de las obras que me llamaron la atención fueron “Nymphéa” de Ange Leccia, un vídeoproducción que se proyecta sobre el canal del rio, en él aparece la actriz francesa Laetitia. Casta como una ninfa atrapada debajo del agua (importante: esta obra solo se visualiza de noche); la escultura de bronce “Éloge du pas de côté” situada en la céntrica plaza Bouffay. Obra de Philippe Ramette, representa a un hombre con un pie en el pedestal y otro en el aire, es un homenaje a la valentía de la ciudad por apostar por la modernidad y la cultura; los simpáticos y monumentales personajes sacados de unos dibujos animados, creación del artista Jean Jullien y que verás invadiendo los árboles y lagos del Jardín des Plantes.

Nantes

Naturaleza

Nantes está lleno de zonas verdes donde relajarse, hacer un picnic o jugar al aire libre, una de las razones por las que fue la primera ciudad francesa declarada Capital Verde Europea en el año 2013.

Son visita obligada el Jardín des Plantes, mencionado anteriormente. Es uno de los cuatro grandes jardines de Francia, 7 hectáreas de zonas verdes donde encontrarás más de 50.000 flores, es- culturas como el busto de Jules Verne, una divertida zona de juegos con macetas gigantescas (es una obra artística, Dépodépo, de Claude Ponti) donde te sentirás como un enanito del bosque; elegantes invernaderos del siglo XIX, zonas de agua como pequeños lagos y saltos de agua.

El otro espacio destacado es el jardín japonés en la île de Versailles. Formado por puentes de madera de estilo japonés, cerezos, altísimos bambús, una pequeña cascada, bonsais y una recreación de un pabellón de té japonés rodeado de un jardín zen que acoge diferentes exposiciones. Para llegar a este jardín desde el centro se puede coger el tranvía (línea 2 / color rojo) pero yo te recomiendo que llegues paseando por la ribera del rio Erdre para que puedas ver algunos de los curiosos barcos de madera amarrados.

Nantes

Historia

El castillo de los Duques de Bretaña es uno de los legados que han quedado de su época como capital de la Bretaña. La visita exterior de este monumental castillo del siglo XV es gratuita. Podrás pasear por los jardines del foso, donde si tienes suerte te encontrarás con un rebaño de ovejas blancas y negras que parecen las fichas del juego de las damas. Podrás subir a sus murallas y torres con unas magníficas vistas de la ciudad. El interior del castillo acoge el museo de historia de Nantes y exposiciones temporales, estos espacios sí son de pago. Al salir del castillo hay que callejear por el barrio histórico de Bouffay, con sus calles adoquinadas y sus casas medievales. Me llamó especial atención la Maison des Apothicaires con su fachada con entramado de madera rojizo, esculturas y techo de pizarra. Esta casa se encuentra en la rue Carmes no 2.

Una parada obligatoria, aunque no seas un apasionado de las compras, son las galerías comerciales del Passage Pommerage. Son unas elegantes galerías cubiertas de final del siglo XIX de estilo neoclásico donde parece que el tiempo se ha detenido. Otra visita imprescindible es la Catedral de Saint Pierre y Saint Paul. Aunque desgraciadamente no se puede acceder a su interior (permanece cerrada desde 2020 a causa de un incendio); vale la pena acercarse para admirar su monumental fachada gótica.

Creatividad

Arte, naturaleza, historia…y ¡qué nos faltaba!: la creatividad, los nanteses desbordan tanta imaginación como su persona más ilustre Jules Verne. Son capaces de transformar una antigua fábrica de galletas, las galletas LU (seguro que alguna habrás probado) en el Lieu Unique. Un fantástico centro cultural donde disfrutar de conciertos en directo, exposiciones o de un hammam, sí, sí un hammam, ¡increíble!, ¿verdad?

El lugar que desborda más fantasía es Les Machines de l’île, situado en los antiguos astilleros. En este espacio encontrarás enormes máquinas en forma de animal como un precioso e imponente elefante que, como te interpongas en su camino, te mojará con su trompa. Una araña gigantescamente terrorífica, un pájaro que te llevará volando en su cesta o un gigante carrousel de tres plantas con criaturas marinas.

Nantes


Si quieres conocer a fondo este proyecto artístico inspirado en los personajes de Jules Verne y la ingeniería de Leonardo da Vinci tendrás que visitar la galería (entrada de pago) donde te explicarán y te harán una demostración del funcionamiento de los diferentes animales (la visita se realiza únicamente en francés). Por último, no puedes abandonar Nantes sin antes visitar Trentemoult, un antiguo y pequeño pueblo de pescadores.

Te recomiendo visitarlo al mediodía, coger el Navibus desde la estación marítima de Nantes y en menos de 10 minutos llegarás a tu destino. Aprovecha para comer en uno de las terrazas a orillas del río. Después tienes que perderte por sus calles de casas pintadas en vivos colores y con bonitas ilustraciones, el sueño de cualquier Instagrammer.

Y hasta aquí mi escapada a Nantes. Te preguntarás si tres días son suficientes… Sí, en tres días realmente puedes ver muchas cosas y conocer bastante bien Nantes. A mí me ha faltado un día para poder visitar el Museo de Jules Verne, el Jardin Extraordinaire (un jardín con una gran vegetación inspirado en los sueños de Jules Verne) y el Belvédere de l’Hermitage (un mirador de madera sobre el río Loira con forma de nido, obra del artista japonés Tadashi Kawamata).

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