El Periodismo de Viajes se Aprende y se Enseña

Maritza Mantilla

En el año 2017 y luego de haber completado más de una década de experiencia en hablar de lugares y destinos en el mundo, encontré en la web que existía un Master en Periodismo de Viajes. Mis ojos brillaron con tal intensidad como cuando miro una cascada de agua cristalina deslizarse por una montaña o como cuando empiezo a entender de que va una ciudad a la que siempre quise ir.

Mi interés fue enorme, supe que había mas personas como yo que sentían pasión por viajar, pero viajar con un propósito. Me identifiqué con las personas que veían esto con tanta seriedad que le dedicaban horas de su vida a aprender con el objetivo de educar a una población cada vez más habida de conocer el mundo y de vivir experiencias de valor.

Pero la vida no iba a parar de premiarme con este sustento académico que respaldaba mi amplia experiencia en presentar documentales sobre viajes y turismo. A los pocos meses de haber culminado el Master, me sentí valiente y me presenté ante los directivos de la emisora para la que llevaba trabajando 6 años (haciendo dos secciones semanales contando crónicas de viajes que duraban máximo 3 minutos por programa), con mas argumentos y seguridad les “vendí” la idea de tener un espacio único y pionero en la radio de Colombia, y ¿Qué crees? lo conseguí, logré un espacio de una hora en un programa exclusivo que hablara sobre viajes y turismo.

Después de estar 5 años conduciendo el programa de radio, llega a mi vida un nuevo reto y una nueva oportunidad. Convertirme en docente de la School of Travel Journalism para dictar el módulo de Introducción al Periodismo de Viajes. Eso quería decir, que iba a compartir mi experiencia y conocimiento a otros raritos que como yo aman contar historias de viajes.

No me digas que para contar un lugar es necesario estudiar…

No solamente es necesario, sino que es una responsabilidad de quien tiene entre sus manos el poder comunicar lo que un destino necesita para ser reconocido. Para inspirar a otros a viajar por esas rutas, o para contar historias de personas que son parte fundamental para esos destinos, por mencionarte algunas de las razones.

Me parece que no es tan relevante. Yo puedo tomar la cámara de mi celular, irme de vacaciones y hablar de cómo me fue y decir lo que me gustó y lo que no me gustó de un lugar…

Suena tan sencillo como lo es, pero el periodismo de viajes es más complejo. No se trata de que sacar una cámara y grabar las vacaciones, se trata de establecer un objetivo, de documentarte. Se trata de preparar la temática del viaje y seguir unos parámetros para lograr eso que te propusiste. Se trata de hablar con quienes viven en esos lugares, entender sus necesidades, aprenderte sus historias y valorarlas como si fueran las tuyas. No se trata de ti en un lugar paradisiaco, se trata de como puedes inspirar con tu comportamiento para que ese paraíso se mantenga igual o mejor de lo que lo conociste.

Bueno, eso ya suena a que debo dedicarle mucho tiempo y esmero, y yo quiero hacer esto por diversión…

Yo me divierto haciendo lo que hago y amo lo que hago. Mi motivación es hacer algo por alguien mas, por una comunidad, parte de mi felicidad es saber que con mi trabajo estoy aportando a una sociedad y a un ejercicio que mueve un gran porcentaje de la economía del mundo.

Muy poético, pero vas yendo justo a donde quiero ir, hablaste de economía y sé que esto de los viajes puede ser un negocio muy rentable, es más puedo lucrarme de vender mis opiniones a quien mejor me pague…

¿Y que tan creíble puede ser alguien que vende su voz al mejor postor? Puedes lucrarte seguro, pero esa estrategia tiene fecha de vencimiento a muy corto plazo. Hacer un nombre, ganarse el respeto en un medio, que te reconozcan por la calidad de tu trabajo. Que identifiquen tu agudeza y honestidad al momento de comunicar puede tomar un buen tiempo, pero es una estrategia a largo plazo. Donde la valoración de tu trabajo va siendo cada vez mayor y los resultados son duraderos en el tiempo.

«Siempre curiosos, siempre aprendiendo»

Maritza Mantilla

Hablas como si los tales periodistas de viajes fueran personajes excepcionales…

Un periodista de viajes se forma con el tiempo, la experiencia, la acumulación y la puesta en práctica del conocimiento. Un periodista de viajes se transforma, se acomoda y se desacomoda. Sabe leer las situaciones, genera sensibilidades que lo llevan a contar las cosas de una forma que seduce y atrae a otros que se quieren impregnar de eso que inspira. En realidad, son especiales.

Cómo podré identificar cuando me encuentre con alguno de ellos…

Te los encuentras trabajando en lugares donde otros solo se divierten, no paran de crear, tampoco tienen límites, son incansables y altamente responsables, los viajes están en su ADN. Los verás ansiosos en las noches previas a un viaje pensando en como poder abordar de la mejor manera ese lugar que van a visitar. Una cámara o un micrófono son la mejor extensión de sus cuerpos. Una libreta o las notas de voz en sus celulares son su mejor consejero a la hora de escribir. Siempre los verás curiosos por aprender y sin arandelas para enseñar.

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